jueves, 2 de julio de 2015

Del MOT y China Mieville



El peatón de Schrödinger. Este es uno de los conceptos más interesantes que se desgrana en “La Ciudad y la Ciudad" (La Factoría de Ideas, 2009), una fantástica (en todos los sentidos) obra de China Mieville, autor británico al que el Colectivo sigue y venera con devoción. En esta ocasión Mieville nos sumerge en una trama policíaca bajo el trasfondo del unionismo y el separatismo, dos formatos de nacionalismo que convergen en las ciudades inventadas de Beszel y Ul Quoma. Cabe destacar que lo más importante de la misma no son las personas que la protagonizan ni la trama en sí, sino que se centra en el concepto de ciudad como ente u organismo viviente que nos permite sentir, a través de ella, todo lo que sucede, arrastrándonos en un halo de misterio e intriga a lo más profundo de la naturaleza de la propia urbe.
Resulta que este año el eje cartesiano del MOT (Festival de Literatura de Girona y Olot) se acuñaba bajo el concepto “Escriure Ciutats”. En esta segunda edición el MOT nos hablaba sobre cómo, de una forma u otra, todos aquellos que leemos podemos percibir que las ciudades se han erigido a lo largo de los últimos años como protagonistas principales de varias obras: desde ciudades ficticias distópicas o utópicas como las invisible de Italo Calvino a otras reales que nos permiten adentrarnos en ellas y, posteriormente, visitarlas en busca de esos recuerdos que quedan grabados en nuestra mente al vivirlas leídas: aprovechar un viaje a Estocolmo para pasear por Södermalm, el ahora famoso barrio frecuentado por los protagonistas de la trilogía Millenium de Stieg Larsson, perderse por las estrechas calles de Venecia a la caza de los resquicios perdidos de Thomas Mann, investigar las Siete Calles de Bilbao tras la sombra de George Steer y su árbol de Gernika o buscar la habitación del Chelsea Hotel de Nueva York en la que tuvo lugar la reunión de los nueve Ricardo Zacarías serían algunos ejemplos…
Colectivo estuvo presente, como observador, en este festival. Nos encanta que las hermanas pequeñas de Barcelona sigan la estela de ese monstruo urbanita con la creación de actividades culturales como este festival, donde ciertos espacios habitualmente poco aprovechados de Girona fueron engalanados para llevar a cabo las exposiciones, presentaciones y conferencias.
Pese a que se hablaron muchos temas, todos ellos ciertamente interesantes, alrededor del eje de la ciudad como protagonista, destacamos la conferencia que tuvo lugar sobre Berlín, una de las urbes en las que habitamos, bajo el título de “Les Ciutats Ferides”: dos periodistas que habían vivido diversas etapas de la ciudad nos relataban los cambios que se habían producido en la misma mediante la construcción, convivencia y posterior destrucción del Muro; hablaban de éste como un elemento físico que se proyectaba como catalizador de transformaciones económicas, urbanísticas, sociales y antropológicas a lo largo de las últimas décadas, y que aún hoy en día lo sigue siendo, cuando hace ya más de veinte años que fue derrocado.