lunes, 16 de enero de 2012

Tatuarse enfermedades


       La mangaka Ko Aoki narra en su autobiografía [el exitoso manga recientemente adaptado a anime con el título “Alma coagulada”] que se tatuó el cuello del útero el mismo día en que supo que estaba embarazada. Se hizo escribir en el cérvix, en latín y mediante grafía inspirada en el gótico europeo, la frase: “Deja atrás toda esperanza; tú que sales”; adaptación de la sentencia que Dante Alighieri imaginó a las puertas del Infierno.
Así vive Ko Aoki; así concibe su obra; y así ha conquistado una legión de adeptos, tanto en Japón como en Europa.

Su serie más célebre [la cual fue cancelada en la revista manga donde era publicada semanalmente -la “Shonen Jump”- pese a su éxito en las encuestas de popularidad] tenía como protagonista a un supervillano, síndrome de down, que inventaba una fórmula vírica con la que conquistar el mundo. El virus en cuestión replicaba el cromosoma 21 de las células huésped; provocando así la multiplicación mundial de personas que adquirían dicho síndrome. La trama estaba repleta de encrucijadas morales que la autora no resolvía, y dejaba en manos del lector el posicionamiento necesario.
Muchos de los seguidores radicalizaron su devoción tras la censura de la serie, naciendo toda una tribu urbana conocida como los “Miruhais”, en honor al supervillano síndrome de down. Los adolescentes miembros de dicha tribu se caracterizan por su costumbre de causarse enfermedades o perjuicios en la salud como signo identitario y victorioso. Se operan los ojos para adquirir miopía; inhalan virus gripales; realizan ingestas de alimentos caducados; e incluso, unos pocos, se inoculan virus mortales [como el VIH] o se exponen a agentes cancerígenos con el objetivo de brotar un tumor en su cuerpo.

Cuando Ko Aoki es consultada en las entrevistas sobre los “Miruhais” ella calla, prefiere no establecer una opinión. Solo una vez respondió: “Toda intervención médica es una acción política”.

10 comentarios:

  1. No sabia nada de los miruhais, creo que se debería hacer algo con quien adquiere un virus contagioso, por lo demás me parece bien aunque no deja de ser bizarro. Saludos, Hernando

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  2. ¿Qué es la libertad si no la posibilidad de saltar, la posibilidad de matar y matarse?

    Control (directo o indirecto) de los cuerpos, malos tiempos para Ko Aoki ... y sus poeta seguidores, me imagino.

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  3. Hernando, la ficción siempre supera la realidad... (o era al revés?)

    poliket, tus palabras me recuerdan a esa canción de Astrud, en la que el protegonista está subido a la ventana y dice: "Voy a saltar. Es lo más prudente".

    abrazos!

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  4. En You Tube : Señorita varicela.3 gp. Los Simpsom. Unos niños visitan a Maggie para que les contagie la varicela y así no cogerla siendo más mayores. Los padres creen que de casi bebes es menos peligrosa y como solo se pasa una vez, pues adelante. Esta practica ya se está empezando a dar en España, un saludo, Toribio

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  5. Bueno, Toribio, en realidad no hay nada como vacunarse para prevenir la varicela, no? aunque bien pensado, vacunarse es, en cierta manera, tatuarse una enfermedad (atenuada)
    saludo.

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  6. Sospecho que dichas prácticas se están llevando a cabo ya también en España. El caso más obvio es el brote desproporcionado de linfogranuloma venéreo propagado por personas que son portadoras del VIH, son conscientes de ello, y aun así realizan prácticas sexuales sin protección con extraños. Pero hay muchos otros casos. Ficción y realidad están hombro con hombro hoy en día.
    Sé que prefieres que la figura del autor pase desapercibida pero ¿cual es tu opinión sobre este tipo de prácticas?

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  7. Alejandro, que bueno verte por aquí.
    El caso que refieres lo veo diferente; entiendo muy distinto causarse a uno mismo una enfermedad que causársela a otro sin su consentimiento. Igual que me parecen problemáticas diferentes el suicidio y el asesinato.
    Sobre lo primero, me parece una buena respuesta la que dio en su día Ko Aoki: "todo diagnóstico médico es un acto político".
    Un saludo!

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  8. En mi pueblo dicen que hay gente para todo. Eso resume el universo

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